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martes, 19 de enero de 2021

La Guardia Civil investiga al conductor de un autobús como presunto autor de un delito de conducción temeraria

  • El accidente tuvo lugar el pasado 9 de enero en el kilómetro 325,100 de la A-23 (Sagunto-Francia)
  • Circulaba superando la velocidad máxima permitida en condiciones viales y climatológicas adversas

19 de enero de 2021. A las 22.15 horas del día 9 de enero de 2012 y en el momento de plena afección del temporal "Filomena", la Central de Servicios de la Guardia Civil de Tráfico de Zaragoza (062) fue alertada con motivo de un siniestro vial producido a la altura del punto kilométrico 325,100 de la A-23, (Sagunto-Francia) por lo que se enviaron al lugar las patrullas y Equipos de Atestados para la comprobación de los hechos y el auxilio de los implicados.

El siniestro, consistente en la salida de vía y vuelco de un autobús de línea regular en el que además del conductor viajaban otras cuatro personas, una de ellas menor, se saldó con un herido de carácter leve, el conductor.

Los agentes procedieron a comprobar las circunstancias bajo las que circulaba su conductor, realizándose prueba de alcohol y drogas que arrojaron resultado negativo, así como verificando las condiciones de seguridad bajo las que debía circular el vehículo, resultando que cumplía la normativa específica para este tipo de situaciones en cuanto al equipamiento y medidas de seguridad.

Tras las investigaciones llevadas a cabo por los Equipos de Atestados del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Zaragoza y el Equipo de Transportes del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón, se recabaron los registros de velocidad y otras evidencias que acreditaron que el conductor D.L.B., de 31 años y vecino de Zaragoza, circulaba a velocidad excesiva en los momentos previos al siniestro, toda vez que la velocidad máxima permitida en esas condiciones viales era de 30 km/h para los tramos de nivel "rojo" y de 60 km/h para el nivel "amarillo", habiendo circulado durante la casi totalidad del trayecto a 100 km/h. La máxima permitida para ese vehículo en condiciones óptimas de circulación y, en todo caso, la máxima que por construcción y limitación legal puede alcanzar.

Habida cuenta lo anterior, el Equipo de Atestados de Zaragoza procedió a investigar al conductor como presunto autor del supuesto delito de conducción temeraria, por circular un vehículo de pasajeros, en muy adversas condiciones climatológicas, haciéndolo a excesiva velocidad y poniendo en riesgo a los ocupantes que de su responsabilidad dependían y al resto de usuarios de la vía.

Las diligencias fueron puestas a disposición del Juzgado de Instrucción nº 12 de Zaragoza en la mañana del día 14.

No se quiere obviar que los límites de velocidad no son únicamente una mera indicación, sino una obligación de máximos admisibles en las mejores condiciones y que, en todo caso, deben utilizarse entendiendo que en circunstancias adversas -y no solo como las vividas durante el pasado temporal-, la velocidad debe adecuarse al estado de la vía, llegando el conductor, incluso a detenerse si las condiciones así lo exigen.