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| Momento de la realización de la prueba de alcoholemia |
- El investigado superaba cinco veces la tasa de alcohol permitida
- Tras quebrantar la inmovilización del vehículo se le realizó una nueva prueba que arrojó una tasa superior en tres veces a la permitida
5 de agosto de 2019. A las 14.25 horas del día 2 de agosto, agentes pertenecientes al Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Cariñena observaron, a la altura del kilómetro 454 de la N-330, un vehículo que presentaba una conducción anómala. Al proceder a su identificación, por la comisión de una infracción, se comprobó que presentaba evidente sintomatología de haber ingerido alcohol y, tras someterse a dicha prueba esta dio resultado positivo, superando en más de cinco veces la tasa de alcohol permitida.
Además al conductor le constaban antecedentes por hechos similares y varias retiradas de permiso de conducir, por lo que el Equipo de Atestados de la Guardia Civil de Zaragoza procedió a investigar al conductor.
Finalizada la investigación penal, tal como procede, se procedió a su puesta en libertad, con la obligación de presentarse ante la autoridad Judicial en la fecha que la misma disponga, con la advertencia de que el vehículo quedaba inmovilizado en el lugar de los hechos, sin que pudiera disponer de él hasta que finalizaran las causas que motivaban la inmovilización (la tasa de alcohol descendiese por debajo del límite permitido u otra persona se hiciese cago del turismo).
Sin embargo, solo una hora después, aprovechando que los agentes se habían marchado para continuar con sus cometidos, el conductor cogió su turismo y se ausentó del lugar, siendo advertido este hecho por la patrulla que vigilaba la zona que lo interceptó inmediatamente, a cinco kilómetros del lugar.
Por tales hechos la Guardia Civil volvió a investigar al conductor, esta vez por superar en tres veces la tasa permitida y, en vista del peligro real y evidente que suponía para la seguridad vial, se optó por depositar el vehículo, un turismo de alta gama, a disposición de la autoridad judicial.
El investigado es un varón de nacionalidad española y 58 años de edad, al que se le imputan dos delitos contra la seguridad del tráfico por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y otro por conducir careciendo del permiso de conducción tras haber sido retirado judicialmente.
